Buscando donde no puedo ser encontrado.


"Muchas de mis preocupaciones diarias me sugieren que pertenezco más al mundo que a Dios. Una pequeña crítica me enfada, y un pequeño rechazo me deprime. Una pequeña oración me levanta el espíritu y un pequeño éxito me emociona.
Me animo de la misma facilidad con la que me deprimo. A menudo soy como una pequeña barca en el océano, completamente a merced de las olas. Todo el tiempo y energía que gasto en mantener un cierto equilibrio y no caer, me demuestra que mi vida es, sobre todo, una lucha por sobrevivir: no una lucha sagrada, si no una lucha inquieta que surge la idea equivocada de que el mundo es quien da sentido a mi vida".

"Mientras sigo corriendo por todas partes preguntando: "¿Me quieres?, ¿Realmente me quieres?", concedo todo el poder a las voces del mundo y me pongo en la posición del esclavo, por que el mundo esta lleno de "síes". El mundo dice: "sí, te quiero si eres guapo, inteligente y gozas de buena salud". "Te quiero si tienes buena educación, un buen trabajo y buenos contactos".
"Te quiero si produces mucho, vendes mucho y compras mucho".
Hay interminables "síes" escondidos en el amor del mundo. Estos "síes" me esclavizan, por que es imposible responder de forma correcta a todos ellos. El amor del mundo es y será siempre condicional, seguiré "enganchado" al mundo, intentándolo, fallando, volviéndolo a intentar. Es un mundo que fomenta las adicciones por que lo que ofrece no puede satisfacerme en lo profundo de mi corazón".


Básicamente, hoy, después de ofrecer mis oraciones, y de pedir respuesta a la pregunta de la soledad de cierta sociedad, y de algún amigo, me doy cuenta claramente lo que sucede.
Baje a buscar mi libro, donde las líneas plasmadas daban suficiente respuesta para las cuestiones que me daban vuelta una y otra ves.
Amigos, compañeros, no busquen donde no pueden encontrar mas que falsas ilusiones.

""Adicción" es probablemente la palabra que mejor explica la confusión que impregna tan profundamente la sociedad contemporánea: Cigarros, alcohol, drogas, adicción al trabajo, a los amigos, a las cosas materiales, etc".
Y es que, cuando estamos en nuestro momento más íntimo, donde solo compartimos el espacio con nosotros mismos, el resultado es un gran vacio, es por eso que pocas veces la gente puede estar en su casa o "sola", por que tendrían que afrontar estas situaciones, afrontarse a su realidad, de frente. Es mejor huir, es mejor voltear la cara hacia un lugar donde el estruendo no nos deje oír nuestra voz interior.

Pd.
"Nuestras "adicciones" nos hacen agarrarnos a lo que el mundo llama las "claves para la realización personal": Acumulación de poder y riquezas; logro del status y admiración; derroche de comida y bebida, y la satisfacción sexual sin distinguir entre lujuria y amor. Estas adicciones crean expectativas que no consiguen más que fracazar al intentar satisfacer nuestras necesidades mas profundas. A medida que vamos viviendo en un mundo de engaños, nuestras adicciones nso condenana busquedas inútiles en "el país lejano" obligándonos a afrontar constantes desiluciones mientras seguimos sin realizarnos. Es desde aquí donde se alza nuestro grito de liberación".

Un abrazo, espero les guste, y nos vemos el próximo mes.

Atte.
Ma. Lic. Jorge Edgar Mora Reyes


Tomado del libro: "El regreso del hijo prodigo", meditaciones sobre un cuadro de Rembrandt, Henri J. Nouwen, Pg. 47,48, 49. PPC, 1999.

Comentarios

Entradas populares