El futuro de la empresa: funcionar como empresa pequeña | Caso de estudio
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Hace algunas semanas tuve la oportunidad de rectificar al corregir la actitud y las acciones de un colaborador de una institución educativa. Esta situación tiene, como es costumbre dos campanadas:
1. El colaborador no me responde directamente a mi, posiblemente pudo haber hecho caso omiso o tener una actitud destructiva a corto y mediano plazo, situación que sería negativa para el departamento donde trabaja, su jefe directo y a largo plazo para la institución.
2. Es fundamental que el colaborador cambiara la actitud que estaba generando mal ambiente en un departamento donde los empleados están desgastados y cansados, algo común en las instituciones educativas.
La persona en cuestión después de una reacción un tanto explosiva, reflexionó sobre lo comentado y al día de hoy su actitud y sus formas de trabajar han cambiado de manera progresiva, incluso se le ve mas alegre. Habrá que esperar para evaluar de manera cualitativa el trabajo y el ambiente laboral.
El éxito de la "llamada de atención" en este caso no fué la táctica del momento o de la estrategia de ambiente organizacional tomada en una sesión informal en un restaurante, a decir verdad el éxito fue que el departamento tiene la misma misión no escrita: apoyarse unos a otros, ponerle el hombro al compañero y concretar...
Maravilloso, no es así, el ambiente pesado y cansancio normal se ha solucionado con..."necesitamos apoyarnos entre nosotros y evaluar si queremos hacer el trabajo, y si es así vamos a trabajar: ¿Que opinan?..."
Esto dificilmente se puede realizar en empresas demasiado grandes, en instituciones educativas donde los profesores no conocen a sus estudiantes y es todavía peor con las empresas internacionales.
De este caso propongo los siguiente aprendizajes:
Nos vemos el próximo mes.
Atte.
Lic. Jorge E. Mora R.
"Dilbert vuelve de un seminario y le cuenta a sus compañeros qué ha aprendido. La mala noticina es que las empresa con futuro son las pequeñas, donde todos se conocen y arriman el hombro-ellos son grandes-. ¿Cuál es la buena noticia?, le interrogan. Que al ritmo que vamos pronto seremos empresa pequeña".
Hace algunas semanas tuve la oportunidad de rectificar al corregir la actitud y las acciones de un colaborador de una institución educativa. Esta situación tiene, como es costumbre dos campanadas:
1. El colaborador no me responde directamente a mi, posiblemente pudo haber hecho caso omiso o tener una actitud destructiva a corto y mediano plazo, situación que sería negativa para el departamento donde trabaja, su jefe directo y a largo plazo para la institución.
2. Es fundamental que el colaborador cambiara la actitud que estaba generando mal ambiente en un departamento donde los empleados están desgastados y cansados, algo común en las instituciones educativas.
La persona en cuestión después de una reacción un tanto explosiva, reflexionó sobre lo comentado y al día de hoy su actitud y sus formas de trabajar han cambiado de manera progresiva, incluso se le ve mas alegre. Habrá que esperar para evaluar de manera cualitativa el trabajo y el ambiente laboral.
El éxito de la "llamada de atención" en este caso no fué la táctica del momento o de la estrategia de ambiente organizacional tomada en una sesión informal en un restaurante, a decir verdad el éxito fue que el departamento tiene la misma misión no escrita: apoyarse unos a otros, ponerle el hombro al compañero y concretar...
Maravilloso, no es así, el ambiente pesado y cansancio normal se ha solucionado con..."necesitamos apoyarnos entre nosotros y evaluar si queremos hacer el trabajo, y si es así vamos a trabajar: ¿Que opinan?..."
Esto dificilmente se puede realizar en empresas demasiado grandes, en instituciones educativas donde los profesores no conocen a sus estudiantes y es todavía peor con las empresas internacionales.
De este caso propongo los siguiente aprendizajes:
- La gestión de nuestros colaboradores esta siendo adecuada.
- Conocemos de nombre, de actividad y con cierta profundidad a nuestros colaboradores cercanos e incluso a los lejanos.
- Hay que concretar, vender y crecer, pero sin dejar lo mas importante de lado: las personas.
- Los liderazgos lejanos, del jefe de escritorio o el de la figura que no conoce a los colaboradores operativos o que delega en los managers gerentes o directores de sección, no funcionan, nunca han funcionado.
- Los que sacan adelante a las organizaciones o empresas son los operativos, no las estrategias directivas. La misión, no los objetivos.
Nos vemos el próximo mes.
Atte.
Lic. Jorge E. Mora R.
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