Cuenta Chevrot...

que en un proceso en el que se jugaban grandes intereses de dinero, un famoso abogado con criterio recto se negó a defender un pleito que no le parecía justo. A alguien le chocó aquella intransigencia, por lo que le dijo: "No tenía usted más que inclinarse para recoger millones", a lo que contestó aquel hombre justo: "Es verdad, pero hubiera tenido que inclinarme".

Rectitud, amor y alegria...

Tomado del libro: Siempre alegres (para hacer felices a los demás), de Jesús Urteaga, Editorial Minos, 2008, México, DF.

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