La mala vida lleva siempre consigo cierta oscuridad del entendimiento y cierta torpeza de la voluntad

A lo largo de este año hemos tratado de analizar los medios para tratar de evolucionar o de llevar una vida mejor, en base a nuestras muy diversas particularidades.
La semana pasada, aproveche para dar mis acostumbradas charlas de motivación, esta ves fue a un grupo de atletas en formación, donde el objetivo del deporte es solo un medio dentro de su crecimiento como personas, no un fin.
En esta plática, comenté varios aspectos, pero al que me quiero referir el día de hoy es al de nuestro competidor mas grande y en seguida por qué llame al tema de hoy como "La mala vida lleva siempre consigo cierta oscuridad del entendimiento y cierta torpeza de la voluntad", que ciertamente no es una invención mía, cabe aclarar, es una frase de San Agustín.
Es importante situarnos en las dimensiones importantes de los atletas en ese momento:
1. ¿El por qué estoy aquí y como inicio todo esto?
2. ¿Que puedo sacar de esta experiencia?
3. ¿Por que tengo que dar mi mejor esfuerzo?
4. ¿Que significa ganar y perder en este momento?
5. ¿Hacia donde voy, después de esta experiencia?

Estas, más o menos preguntas, nos posicionan en la realidad del momento, nos dan dirección, generalmente las contestamos sin tener un conocimiento profundo de pedagogía, teología, educación, psicología, etc; sin embargo, no quiere decir que lo que contestemos tenga una verdadera trascendencia emocional-personal, o en otras palabras, que las preguntas que nos hagamos sobre el momento no sean las adecuadas, no nos respondamos el por qué trascendental de las cosas.

Una vez situados y contestándonos las preguntas planteadas (recalcando que incluso pueden ser más o menos, dependiendo de nuestra situación personal), ahora vamos a hacernos una última pregunta: 
¿Quien es el rival al que quiero vencer?, ¿Cual es la gran montaña que tengo que escalar?, y al final nos daremos cuenta, que la persona que está al lado nuestro, no lo es, ni siquiera el campeón del año pasado de los 110 m. con vallas, no, no es así, el gran rival a vencer somos nosotros mismos. 
Cada quien tiene una montaña diferente que escalar.

En vez de enfocarme en la montaña me enfocare en algo que generalmente no nos deja llegar a la cima, o no nos deja bajar, ya qué, recordemos qué, lo importante no es llegar, si no también bajar y planear la siguiente, o sea el nuevo reto para seguir creciendo. Me refiero a la mala vida, aquella que nos nubla el entendimiento, aquella que nos hace vacilar frente situaciones dañinas.
La mala vida es sinónimo de desveladas, de excesos en todos los sentidos, la flojera y el nivel de comodidad, mentiras, falta de un equilibrio en nuestra vida, etc.

Algunos tips:
Organiza tu vida, mantén cerca tu agenda.
Mantén siempre en tu agenda el equilibrio de tu vida y las actividades que te hacen feliz además de tu familia: Amigo, hermano, músico, deportista, hijo, profesionista, etc.
Has tu plan de vida, planea tus metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Cada día has una evaluación matutina de tus actividades y trata de visualizar la actitud y la forma con la que deberás enfrentar cada situación, tanto positiva como negativa, tanto planeada como no planeada, siempre para tener un resultado positivo.
Antes de cualquier cosa, ofrece tu vida a Dios y pídele por las personas que amas.

Te envío un cordial abrazo.
Estoy a tus órdenes.
Atte.
MA LIN Jorge Edgar Mora Reyes

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