Siempre Alegres en el deporte y en la vida presenta: Los tenis de Baloncesto cortesía de Enrique Monasterio.

Anécdota tomada del libro, "Pensar por libre" de Enrique Monasterio, Ediciones Palabra, Madrid.

Camino de Madrid, me detuve este verano en una ciudad andaluza para visitar a Manolo, viejo amigo de la facultad, al que no había visto desde hace demasiados años. Me lo encontré casado y con cuatro hijos.
-Tengo un problema con el mayor- me dijo durante la comida. A juzgar por el tono y por la sonrisa cómplice de su mujer, el problema no parecía muy grave. Así que le anime  a que me lo contara.
El Mayor se llama Manolito, estudia primero de carrera, mide 1.98 de altura, calza 47 y juega baloncesto en un equipo de los importantes. No doy más datos, no sea que alguien lo identifique.
Cuando aprobó la Prepa, Manolo prometió a su hijo que, si sacaba más de 8 en selectividad, le regalaría aquellos tenis de baloncesto  marca nosequé por las que su hijo suspiraba desde tiempo atrás y que costaban un dineral. Manolito, según su progenitor, además de estudioso, ha salido a mamá y es casi tan listo como ella. Así que sacó 8.30 y no hubo más remedio que visitar la zapatería.
Era sábado por la tarde, y estuvieron en unos grandes almacenes. Al salir, el padre y el hijo fueron a misa, ya que al día siguiente Manolito tenía partido y debía madrugar.
-A la puerta de la iglesia- Continuó Manolo- estaba tumbado como una lagartija el mendigo más largo y más flaco que he visto en mi vida. Con aquel calor que hacía, iba sin camisa y descalzo. Yo ya me malicié algo cuando vi al niño que se le quedaba mirando demasiado rato...Bueno, pues entramos, oímos Misa y, después de comulgar, Manolito me dice: Oye papá, ¿le doy mis tenis nuevos al mendigo?
El gesto de mi amigo,entre orgulloso e indignado, era un poema.
-¿Y...?
-No sé, chico. Por poco lo mato. Pero, claro, allí en medio de la iglesia, me cogió a contrapié. Así que le contesté: ¿Tú crees que lo vale? -Manolito interpretó aquello a su manera, y salió como tiro, sí lo valía.
Me eché a reir.
-¿y cual es el problema?
-¿Que cual es...?¡Pues está claro!: Los tres mil duros que me costaron los tenis; el niño, que le dan ataques de generosidad con el dinero de su padre..., y ahora su madre, que se ha reblandecido, y dice que hay que comprarle otras como premio.
Terminó su alegato con algunas palabras más sonoras y asegurando que se iba  a comprar el unos zapatos de fútbol para practicar con el trasero de su hijo.
Al final me pidió opinión, y se la dí. Le dije que Manolito no había sido generoso con el dinero de su padre, sino con lo suyo, es decir, con sus tenis nuevos; que tenía un hijos estupendo, y que yo, en su lugar, no le compraría otros tenis.
-Es Dios quien debe pagarle su generosidad, no tú. No le anticipes la recompensa, sería hacerle una faena: algo así como apropiarte de un mérito que es solamente suyo. Ya le regalarás otros más adelante..., digamos el año que viene.
-¡Eso-concluyo Manolo-:cuando haya subido el precio!.

Notas de Edgar Mora:
1. Hay Dios, ojala eso pasara en Querétaro.
2. Que no daría por que mis atletas, estudiantes o familias que atiendo en la orientación se comportaran medianamente así. Tendré que seguir haciendo oración.
3. ¿De que marca serán esos tenis? -La trivialidad a veces nos gana, pero no esta vez.
Es importante reflexionar y me valgo de esta anécdota, para hacer ver que lo que es bueno es bueno, y lo que no lo es, siempre podemos encontrar un pretexto para hacerlo, o en la mayoría de los casos, no hacer lo que es justo y bueno.
El ser congruente, hombres de una sola pieza, personas que tienen una sola vida, nos llevará  a la felicidad, ¿que habrá sentido Manolito al entregar sus tenis?, alegría, alegría que nos hace querer buscar la verdad que nos hará llegar a la libertad y al amor.


El Lic. Jorge Edgar Mora Reyes es investigador social y educativo en instituciones privadas, es asesor familiar y coach de liderazgo en la iniciativa privada e instituciones gubernamentales. 
Ha sido colaborador en diversos medios de información y ha escrito en revistas de nivel estatal.
Es colaborador de la Sociedad Civil Promoción humana y familiar

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