Cuando el hombre no acierta en la felicidad muchas veces protesta

Revisando los apuntes del gran Carlos Llano Cifuentes, encontre un escrito que recuerdo fue altamente educativo para mi y los que trabajaban conmigo en aquel tiempo, hablando de la protesta.
Espero que les ayude de la misma manera en que me ayudó sobre todo a vivir en la realidad y tratar de luchar adecuadamente por las cosas que valen la pena para ser felices.
Es tan solo un párrafo, y aunque es enriquecedor recomiendo ampliar la lectura con la bibliografía al final señalada.


La protesta, violenta o no, siempre es para el hombre, en definitiva, un fracaso de sus relaciones con la vida, cuyo origen puede detectarse en cualquiera de los dos extremos relacionados: o la vida es insoportable -las estructuras familiares, sociales, etc.-, o el hombre no acierta a modificarla más que saliéndose de ella. Hay quienes, en principio, ven en la protesta elementos sustancialmente positivos, sin analizar lo que puede haber en su seno de evasión, de fuga, de actitud cobarde incluso. La protesta no es, sin más la postura paradigmática del hombre frente a las situaciones injustas: existe también la actitud del que toma el riesgo valiente de mejorar las cosas desde dentro, aunque reciba de los radicales el reproche de complicidad.

Tomado de: Liberarse y proyectar; de Carlos Llano Cifuentes, Las formas actuales de la libertad, Trillas, México, 2002, pp.41-46

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