Liderazgo de bolsillo

Notas de la literatura actual para Lideres y Gerentes.
Liderazgo de bolsillo:
Por el M.Lic. Jorge Edgar Mora Reyes.

He encontrado durante estas fechas, mucha literatura para gerentes y directivos, debo decir que la gran mayoría me ha decepcionado y aburrido (Gracias a Dios mi familia, conociendo como me pongo cuando no me gusta algo que leí, me han dado unos maravillosos cuentos de fantasía, para deleitar mi imaginación). Pero también encontré algunos, que, viendo la punta del iceberg, lograron encontrar buenos argumentos, y casi me convencen de que el hacer negocio, buscando y copiando la vida religiosa es algo sumamente bueno. Desgraciadamente carece de profundidad y por ende de lectura trascendental. Digamos qué, poco más de lo mismo, pero con otras palabras, pero eso sí, con una buena dosis de agradecimiento, es una pena ya que  la mayoría de los autores se pierden de lo más importante y de una gran experiencia y descubrimientos personales.
Sin embargo hay varias cosas rescatables de estos libros de liderazgo que me dispongo a apuntar y a rescatar, con alguna buena parte de mi cosecha, como parte de mi segundo artículo de este año, por supuesto, no sin antes recordar que toda actividad humana es corruptible y fácilmente desviada hacia el mal, si no se tiene en mente un fin trascendental y no evaluamos nuestras acciones día con día, ya qué, el tomar buenas decisiones, puede ser un hábito, al igual que las malas:
·         Todos somos líderes, siempre existe un rango de movimiento en la decisiones externas o factores que no dependen de nosotros. Una mala noticia para aquellos que dicen que los líderes nacen. Los hombres X, en el liderazgo son un mito.
·         Para poder ser mejores líderes es importante conocernos a nosotros mismos, algunos especialistas recomiendan hacer un análisis de nuestras acciones a lo largo del día. Si son dos veces al día todavía mejor.
·         El heroísmo es muy diferente a la imprudencia e igualmente hay una delgada línea entre una y otra.  Un profesor de escuela es totalmente heroico al ir todos los días a lidiar con niños y familias que no se quieren educar, así mismo aquel individuo que tiene grandes empresas en mente, con altos ideales. Imprudente es aquel que no importándole los demás pisa a todo mundo para cumplir sus objetivos, y por supuesto no cuida las formas, tan importantes para una persona preocupada por crecer como persona.
·         El ingenio, sinónimo de riesgo. Pero mucho cuidado, ya que tomar riesgos innecesarios y fuera del proyecto de vida, puede ocasionar muchos males, en otras palabras, destruir. Primero, hay que saber a dónde vamos y escoger las herramientas adecuadas en base a lo que es y no es negociable. Después de la progresión de aprendizaje, ahora sí, a tomar el riesgo de salir al mundo a intentar servir.
·         Si  logramos comprender que somos líderes manejando líderes, nuestro criterio será de más confianza, de más colaboración y sobre todo de dirección.
·         Desarrollar a los talentos es un apunte imperativo, ya que si dentro de nuestro equipo, un líder logra destacar, podremos tener desarrollo organizacional y cultural al cambio y al crecimiento, sobre todo podremos enfocarnos en el crecimiento y ya no en la consolidación.
·         “Porcentajes de 200 altos directivos ejecutivos que califican como indispensables diversos factores de la motivación:
o   Valores y cultura     58%
o   Libertad y autonomía         56%
o   Retos emocionantes del oficio    51%
o   Buena administración       50%
o     Alta compensación total 23%
o   Misión inspiradora  16%
·         Apoyar a los líderes que uno lidera y confiar en ellos. *Pero yo agregaría,  tener cuidado con el liderazgo lejano, que podría confundirse con arrogancia y falta de interés, sobre todo en los lideres más jóvenes.
·         Hay que invertir tiempo en conocer a las personas que trabajan con nosotros, si únicamente trabajamos, nunca sabremos el por qué de nosotros en esta vida. No podremos influir, ni mucho menos inspirar a un grupo de desconocidos, habrá palabras, pero nunca profundidad, ni significado. Por eso generalmente en las empresas y algunas escuelas se crea un ambiente de mercenarios, y no de equipo.
·         Una cosa son altos ideales y otra son idealismos, los altos ideales son grandes personas que aprendieron a amar, y durante toda su vida dedicaron su vida a servir a los demás, los idealismos son mas formas de sentir que de actuar, los idealismos oscurecen nuestro entendimiento y no nos dejan actuar, nos hacen luchar por causas perdidas, nos hacen menos libres.
·         La competencia desmedida, destroza a los equipos, la ayuda y la colaboración son cosas muy diferentes, pero a diferencia de la competencia, se construye, y en la competencia, en un mundo competitivo, se ven más rápido las estadísticas. Colocar herramientas competitivas a largo plazo hartan y generalmente tienden a ser poco creativas.
·         El entrenador exitoso, tan de moda, también es una persona, y generalmente solo persigue una meta: ganar, ganar, ganar, pero este ganar, posiblemente solo sea una meta vana o un objetivo trivial, en las reglas que una sociedad les ha colocado para saciar su tedio al no querer ver lo que han omitido o han hecho mal. Cuidemos esta imagen del deportista y el entrenador, que no está mal, pero no sobrevalorarla.
Hemos de recordar, que el ser dueño de una empresa, negocio, institución o estar un puesto con compromisos frente a un equipo de trabajo o  a un comité o consejo, no nos debe de provocar que volteemos hacia un mundo humano, que siempre está comprometido con lo menos importante, hemos de ver, que somos líderes ya que tomamos decisiones únicamente en nuestra vida, y esta vida, puede ser testimonio de verdad y de amor, de transparencia y honestidad, de heroísmo y gentileza, educación, pero no de perfección, ni mucho menos de autoridad, es por eso que vamos por buen camino si sabemos que tratamos con líderes, que Dios tiene un plan para nosotros, pero también para las personas que están a nuestro lado (detrás y adelante).
Hagamos equipos de personas fundados en la confianza y en el cariño para poder encontrar la fraternidad. Evitemos las actitudes déspotas y la falsa autoridad de los jefes. Si encontramos personas libres y con capacidad de amar y de ser amados, podremos cambiar nuestros argumentos, y sobre todo a encontrar a Dios en la cara de las personas que trabajan con nosotros.

El Lic. Jorge Edgar Mora Reyes es investigador social y educativo en instituciones privadas, es asesor familiar y coach de liderazgo en la iniciativa privada e instituciones gubernamentales. 
Ha sido colaborador en diversos medios de información y ha escrito en revistas de nivel estatal.
Es colaborador de la Sociedad Civil Promoción humana y familiar

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